El paisaje actual del Campus Universitario de Cartuja, perteneciente a la Universidad de Granada, es fruto de los diferentes usos otorgados a este espacio a lo largo de los diferentes periodos históricos. Actividades que han generado un importante patrimonio material e inmaterial producto de la interacción del hombre con el medio. Así, el objetivo principal del Proyecto General de Investigación (PGI) Campus de Cartuja es analizar la evolución del paisaje de la colina de Cartuja como conjunto y de forma diacrónica, desde la Prehistoria reciente hasta época moderna, mediante un estudio articulado e integral de las fuentes documentales y de los vestigios arqueológicos exhumados en excavaciones, tanto las realizadas con anterioridad al inicio del proyecto como durante la vigencia del mismo.
El proyecto Campus de Cartuja tiene su área de estudio en la colina de Cartuja, ubicada en el extremo noreste de la ciudad de Granada, y tradicionalmente conocida como Cercado Alto de Cartuja, topónimo que hace referencia a la tapia que limita los terrenos asociados al Monasterio de Cartuja. Hoy en día convertido en el Campus Universitario de Cartuja, el cercado se extiende por la amplia ladera septentrional del cerro del Albaicín que desciende hacia la Vega, a las afueras de la ciudad histórica, lo que a lo largo de diferentes etapas históricas lo convirtió en espacio privilegiado para la explotación de los recursos naturales. Estas circunstancias son precisamente las que han marcado y condicionado el asentamiento de distintas comunidades en la zona. Así, durante el periodo romano se instaló un alfar para la producción tanto de materiales de construcción como vajilla cerámica. Dicha tradición alfarera continuó en época moderna a raíz de la construcción del Monasterio de la Cartuja y continúa aún vigente con la cerámica de Fajalauza. Por otro lado, desde época medieval hasta el siglo XIX, este espacio fue objeto de una explotación agrícola intensiva con la creación de numerosos huertos y cármenes. En este sentido, el complejo sistema de acequias y albercas creado a partir de época zirí y conservado hasta época reciente fue fundamental para el regadío de estas tierras, permitiendo una producción intensiva.